MUJERES IGLESIA MUNDO

De oración, escucha y justicia

 Per una Chiesa sinodale: comunione, partecipazione, missione  QUO-217
30 septiembre 2023

La Iglesia que me gustaría interpreta la profecía del testamento espiritual del jesuita y teólogo alemán Karl Rahner, - “el cristiano del futuro o será místico o no lo será”-, poniendo en el centro la oración, orientada a la progresiva apertura de cada creyente a la gracia de la autorrevelación de sí mismo que Dios da a sus criaturas. Los Evangelios son la principal herramienta para acceder a esta “oración relacional”; son una especie de pentagrama sobre el cual co-construir con Dios el alfabeto personalísimo con el que Él nos habla. Al principio en el secreto de nuestra habitación, luego gradualmente a través de las personas y eventos que experimentamos en el camino.

La experiencia de un conocimiento íntimo de Jesús, adquirida gracias a la oración y confirmada por el contacto continuo con la comunidad orante, surge del uso de herramientas como la contemplación imaginativa de San Ignacio de Loyola, la oración mental de Santa Teresa de Ávila, la Lectio Divina u otros métodos basados ​​en las Sagradas Escrituras. La segunda característica de la Iglesia que me gustaría es la capacidad de escucha que acompaña a la oración. Una escucha llena de asombro y anticipación: ¿y si, a través de la persona que me habla, Dios quisiera revelarme algo de sí mismo o instruirme sobre un aspecto de mi vida?

Una tercera característica de la Iglesia que me gustaría es un agudo sentido de la justicia. La familiaridad común con los Evangelios nos hace a todos, a pesar de nuestras diferencias, muy sensibles a la forma en que Jesús abordó situaciones de este tipo. Antes de que se pueda alcanzar una solución ética compartida, algunos casos requieren un complejo proceso de discernimiento entre especialistas en la materia. La mayoría de los casos, sin embargo, son de solución inmediata para cualquier cristiano éticamente maduro. Por tanto, educar en el espíritu de parresía, en un espíritu que no ceda a la tentación de una diplomacia incomprendida ni dude en la elección preferencial por los pobres, es una tarea esencial de la comunidad.

Por último, la Iglesia que me gustaría valora las posibilidades que ofrece la web para entablar una relación de igualdad con los cristianos que se encuentran geográficamente alejados. Por ejemplo, ¿qué convence a una persona no occidental de convertirse al catolicismo? Durante los cinco días en pequeños grupos que concluyeron el mes de ejercicios espirituales, recuerdo haber preguntado a Evelyn, una jovencísima monja de Zimbabue: “¿No te ha creado ninguna dificultad entrar en relación con Jesús, un judío de piel blanca nacido en las costas del Mediterráneo?”. Sin dudarlo un momento Evelyn respondió sonriendo: “¡¡¡Mi Jesús es negro!!!”.

Guia Sambonet
Autora y responsable de la Scuola di preghiera di san Fedele, Milán.