. Jóvenes participantes y protagonistas de la jmj de Lisboa relatan su experiencia a L’Osservatore Romano, comparten cómo han vivido este encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa que a muchos les ha cambiado la vida, muestran cómo han acogido la invitación a construir un mundo más justo y solidario y reflexionan acerca del fuerte momento de evangelización del mundo juvenil que han vivido, como una peregrinación, una fiesta de la juventud y una expresión de la Iglesia universal.
Salvador Aguado Miguel. Sacerdote. Valencia, España
Esta es mi 4ª JMJ (estuve en Roma, Colonia, Cracovia y ahora Lisboa) ya sabía el espíritu y la intensidad que se viven aquí en estas Jornadas Mundiales de la Juventud, pero siguen sorprendiéndome gratamente como el Espíritu Santo mueve tantos corazones. Yo tomé la decisión de entrar al seminario después de mi 1ª JMJ y es una experiencia para los jóvenes de que la Iglesia sigue muy muy viva que es universal y grandiosa
Me encantó las palabras del Papa en la bienvenida: “En la Iglesia cabemos todos” y nos hizo corear a los presentes ese “todos” a veces se nos olvida que debemos ser acogedores de misericordia, estas palabras animan la evangelización digital que muchos estamos realizando en redes sociales, donde tratamos de hacer ver que las puertas de nuestra quiera Iglesia están abiertas para todo aquel que quiera vivir con el espíritu renovador de Cristo
Estamos viviendo esta experiencia desde el cansancio, son días duros, pero desde un gozo y una alegría que solo el fuego del Espíritu Santo puede darnos. Solo acabar pidiendo que Dios toque muchos corazones y que todos caminemos juntos hacia la santidad que Él quiere de nosotros
Madaith Collado, influencer católica, Arequipa, Perú
Hace unos años ni siquiera podía elevar mi mirada al cielo y hoy Dios hace de mi vida un sueño.
Ha sido un viaje largo que le trajo luz a mi vida, aunque tengo que admitir que al principio tuve miedo, porque no sabía a lo que iba, pero increíblemente nunca deje de sentir paz, nunca deje de sentirme acompañada por Dios. Y a los pies de la Torre Eiffel unos días antes de los días en la diócesis en Oporto, Dios me mostró cómo sería mi caminar en la JMJ, porque mientras me tomaba una foto con un buen amigo fraile colombiano y la bandera del corazón de Jesús, un sacerdote de Vietnam con una sonrisa en el rostro se acercó porque también quería una foto con la bandera y es algo que claramente me impactó, más por su procedencia. Y sin saberlo Dios me iba mostrando que para Él no existen imposibles.
De peregrina aprendí que para seguir a Cristo solo debes llevar lo necesario, que no debes tener miedo a desprenderte de las cosas del mundo porque Dios en el camino siempre provee. Y eso se refleja en toda esa gente que iba de viaje por semanas a Europa solo con su mochila y regalos para intercambiar, llevando el evangelio en cada paso.
Ahora bien, la palabra dice en Mateo 25, 35 “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis”. Las familias, colegios, instituciones y todos los que nos acogieron, sin saberlo, con su amor abrazaron cada parte de nuestras almas, y personalmente me enseñaron que sin importar dónde uno esté, si en una casa reina Cristo, siempre será un hogar para todo el que entre.
Cada abrazo, sonrisa y mirada hizo la diferencia en este viaje, pues pude sentir por primera vez la fragancia de la gracia en cada esquina, la esperanza guiando nuestras vidas y sobre todo me di cuenta que la santidad está en todos lados y que si vale la vida arriesgarlo todo por alcanzarla, que no es lejana a nosotros, como la Virgen María, solo necesitamos un corazón dispuesto, sin peros ni excusas. Porque como dijo el Papa Francisco: “El Señor te llamo desde el comienzo de tu vida”. Así que, no tengas miedo de decirle al de tu costado que es un santo en potencia porque es la verdad, y mucho menos tengas miedo de creer que por misericordia de Dios puedes llegar a la santidad.
Tengo grabado en mi corazón las banderas de todos los países del mundo flameando y ver el rostro de Jesús en los demás, pues en cada calle y rincón de Porto y Lisboa la gente pasa, y aún siendo de distintas nacionalidades y de hablar idiomas distintos, no conocen fronteras, y con la mirada en el cielo todos elevan las manos para alabar a Dios.
¡Todos entran en la iglesia ! Que palabras tan fuertes que resuenan en el alma, pues me recordó como la iglesia me abrazo desde el principio y me mostró primero el camino de regreso al Padre. No tengamos miedo de volver a casa, y mucho menos tengamos miedo de invitar a los demás de volver, porque el amor más puro se demuestra llevando a los demás a ese único amor que es capaz de saciar nuestro corazón y ese es Dios.
Me llevo respuestas, y más aún claridad para mi vida, agradezco al cielo que me permitieron vivir que es ir por el mundo llevando la bandera de Cristo. Hoy te digo que no tengan miedo de salir de sus esquemas para que Dios pueda contar contigo. Basta de ver lo que los demás hacen y empecemos a hacer historia, seamos luz.
Hace dos años empecé a hablar de Dios en redes y esta JMJ me invitaron al festival de influencers católicos, al primer encuentro mundial de evangelizadores digitales, no dejen de soñar que para Dios no hay imposibles.
Y para terminar, te invito a que te aferres a esta promesa del Corazón de Jesús, que dice: “Acepto este dulce pacto, de cuidar tu de mi y yo de ti”, que como siempre digo: “No sé para hasta llegar al cielo”.
Andrea Ordoñez Castañeda. Barranquilla, Colombia
“Dios nos ama como somos, no como quisiéramos ser o cómo la sociedad quisiera que seamos ” fueron una de las palabras de bienvenida de S.S. Francisco el 3 de agosto en el parque Eduardo VII en la Jornada mundial de la juventud (JMJ) Lisboa 2023.
Ser peregrino en la JMJ es una experiencia que requiere de mucho sacrificio, es salir de tu zona de comfort y comodidades para ir detrás de una meta: Jesús.
Esta experiencia mueve el Corazón de millones de jóvenes de todas partes del mundo dispuestos a caminar kilómetros para escuchar la voz de Dios a través del Papa y de muchos testimonios de hermanos peregrinos.
Para mi ha sido motivo de felicidad vivir esta jornada, he conocido diversas culturas, carismas, realidades, testimonios y lo mejor de todo es que a pesar de hablar distintos idiomas, hay un lenguaje que nos une: el amor de Dios.
“No tengan miedo, tengan coraje sabiendo que Dios nos amortigua a todos”, los jóvenes abrazamos esta frase que nos regaló el Papa Francisco en la JMJ. Hoy nos atrevemos a decir que vale la pena y la vida ser parte de la juventud del papa, la juventud de la iglesia, la juventud de Cristo.
Alejandro Manzano. Mérida, España
He sido voluntario de la JMJ 2023 en Lisboa. Ha sido una experiencia increíble la cual he aventurado yo solo. El ir solo no ha impedido nada, al revés, he hecho muchísimos amigos y he conocido a personas impresionantes. Han sido dos semanas de trabajo muy intensas pero a la vez muy gratificantes. La llegada del Santo Padre fue un momento inolvidable el cual nunca olvidaré, no paraban de salirme lágrimas de agradecimiento. Sobre todo destacó el mensaje del Santo Padre el cual nos dice que todos cabemos en la iglesia seamos como seamos. Son palabras muy necesarias que muchos jóvenes necesitábamos escuchar hoy en día. Me ha impresionado como más de 1 millón y medio de jóvenes han estado siempre ayudando y sin ningún incidente. Gracias ha esta experiencia mi vida a cambiado a mejor y por supuesto a fortalecido mi vínculo con la iglesia. Quiero agradecer a todas las personas que han estado a mi lado: amigos, equipo de trabajo, organización, a Lisboa y por supuesto al Santo Padre por habernos regalado las semanas más bonitas de nuestras vidas. Gracias
Adrian Chirinos. Diócesis de Trujillo, Honduras,
Esta ha sido mi experiencia en una jornada mundial de la juventud, la verdad que me he quedado fascinado haber participado en tan gran evento dedicado a la juventud católica, mi experiencia ha sido primero poder compartir con otros hermanos de otras naciones, otras culturas,lengua y raza. también el encuentro que hemos tenido con Dios a través de nuestro santo padre El papa Francisco donde nos llenó de mucho entusiasmo cada mensaje que él nos transmitió durante la semana que estuvo con nosotros. en esta jornada mundial de la juventud llevo muy dentro de mi corazón cada palabra que él nos transmitió pero una la más importante que llevo dentro de mi mente es “no tener miedo a nada, no tener miedo a las adversidades, no tener miedo en este camino que el señor nos ha encomendado, no tener miedo a nada.” me llevo en lo más profundo de mi corazón y le agradezco a Dios por esta oportunidad que él me dio de poder asistir a una jornada mundial de la juventud ojalá que Dios me puede dar la oportunidad de poder asistir a las otras que vienen y así poder hasta servir o ser voluntario en alguna de ellas, gracias a todos los que organizaron este encuentro al país anfitrión Portugal por prepararse de lo mejor por dar una mejor acogida a cada peregrino, también gracias al Papa Francisco por el amor que tienen los jóvenes.
Padre Borre. Coordinador Pastoral Digital. Arquidiócesis Monterrey, Mexico
Siempre soñé con vivir una JMJ y Dios me lo concedió. Así es, la JMJ de Lisboa es la primera que vivo y supero por mucho lo que esperaba. Goce tremendamente ver una Iglesia viva, rica en carismas con una libertad en el Espíritu que te hacía sentir en el cielo, todo era sonrisas, cantos y oraciones, sin importar quien estuviera a tu lado, nos hizo sentir que todos somos Iglesia y así lo reafirmo el Papa Francisco haciéndonos gritar (“Todos”).
Debo resaltar que fui con la encomienda de realizar el “Festival de Influencers Catolicos” el primer encuentro mundial de evangelizadores y misioneros digitales el cual fue una experiencia tremenda, más de 500 influencers de todo el mundo se encontraron para dejar lo virtual atrás y disfrutar de la presencia de todos, ademas se dieron cita más de 20,000 jóvenes peregrinos que oraron, cantaron y gozaron esta fiesta de la misión digital confirmando la necesidad e impacto que tiene en la cultura de los jóvenes. Me llevo la misión de hacer y ser Iglesia, con el entusiasmo y alegria de los jóvenes llevando a los demás lo que aquí hemos celebrado.