A la espera de un milagro
entre miseria y dignidad

Sándor Márai, Il sangue di San Gennaro, Adelphi

De Márai solo había leído el precioso Le braci. Me he pasado años buscando este libro suyo sobre san Jenaro y siempre estaba agotado. Hasta que el 6 de mayo, día en que se hizo líquida la sangre de san Jenaro, lo encontré por pura casualidad. Menuda alegría. Es la novela napolitana de Márai que vivió en nuestra ciudad desde 1948 hasta 1952, exiliado de Hungría antes de partir hacia Estados Unidos. Hay una fuerte cesura entre la primera y la segunda parte. En la primera, el autor describe personajes que viven en una miseria atávica, pero que con dignidad no piden nada y prefieren dar esperando que algo cambie. Un cambio que nunca llega. Lo único que cambia es la sangre del santo tres veces al año.

En la segunda parte, narra la muerte de un extranjero apoyándose en largos y hermosos monólogos que rompen el encanto de la narración para invitar a la reflexión sobre la condición del exiliado desarraigado. Por el camino aparecen figuras como la del médico Giuseppe Moscati, de camino a la santidad, y la del filósofo Benedetto Croce, considerado un santo laico. Los perfumes, las flores y los árboles de Posillipo, donde se desarrolla la novela, así como su cielo y su mar envuelven la novela. Y, sobre todo, el viento desatado que provoca la tragedia, detenido por las antiguas palabras de un pescador, quizás las mismas que usaba mi abuelo pescador para “someter” las trombas marinas.