En estos tiempos de peregrinar sinodal, la voces de la periferia existencial, étnica y cultural se deben escuchar con especial atención. Estas cosmovisiones que penetran el proceso eclesial, en este caso desde la amazonia profunda, son conocidas en profundidad por Mauricio López Oropeza, autor de del libro “Discernir la voz de Dios en este kairós eclesial: claves sinodales desde la territorialidad amazónica”. Este trabajo escrito por quien es coordinador de la fase continental del Sínodo en Latinoamérica y El Caribe y que fuera presentado recientemente en una co-edición entre la Editorial celam y la editorial ppc , representa un aporte muy valioso en ese sentido.
El autor dedica su trabajo a quienes, citando sus propias palabras va “compartiendo la vida con quienes navegan y peregrinan por la Amazonía aprendí a honrar a los ancestros y a descubrirlos vivos y actuantes en nuestra vida cotidiana a través de nuestro ser y quehacer en el mundo. Esas presencias que nos sostienen en el camino se han hecho presentes también en esta suma de reflexiones que se tejen a la luz de sus testimonios de vida”. Más adelante, en sus palabras introductorias, el ex Secretario de la repam (Red Eclesial Panamazónica) y actual Secretario Ejecutivo interino de la ceama (Conferencia Eclesial de la Amazonía) nos adelanta a los lectores que “En estas reflexiones, compartidas en tres partes: Discernir; Territorialidad(es); y, Sinodalidad, se plasma una experiencia, vista desde unos ojos específicos, del sentirnos totalmente limitados, indefensos y pequeños, dueños de nuestra profunda fragilidad como criaturas que ponen sus vidas como meros medios. Pero también, desde el sentido de caminar bajo la hermosa lógica de Dios, de sabernos parte de un plan mayor en el cual somos partículas imprescindibles que hacen parte de la ruta hacia una mayor unidad para construir ese otro mundo posible, el Reino. Han sido años muy intensos en este caminar sinodal que no termina, y ojalá que nunca acabe. Múltiples viajes, encuentros, diálogos, encuentros, desencuentros; escucha de esperanzas, anhelos, dolores, de tocar la indignación, de sanación; y, sobre todo, de la apertura de muchos horizontes en este hermoso y amenazado territorio Amazónico, en nuestra América Latina, y para toda nuestra Iglesia. Este libro es el fruto, inmaduro y pequeño, de ese caminar que no termina. Discernir la voz de Dios en este kairós eclesial, ha sido, y sigue siendo, un verdadero regalo (y la experiencia más extenuante como jamás había vivido) de contribuir junto con tantas hermanas y hermanos, sirviendo como puentes para que las vidas y las voces de muchos-as que han sido olvidados-as sean reconocidas y llevadas al corazón de la Iglesia y a su discernimiento sobre su ayer, su hoy, y sobre todo sobre su mañana. Las claves sinodales desde la territorialidad amazónica han hecho que este recorrido sea una navegación por la palabra de Dios. En las aguas de esta querida y herida Amazonía hemos intuido, balbuceado y descubierto nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
En estos tres segmentos temáticos en que Mauricio ha ordenado su “obra prima”, aborda en profundidad temas diversos pero interconectados con su mirada experta y a la vez encarnada de estas realidades amazónicas. Entre ellos, aborda problemáticas como la de una contemplación de la Encarnación para discernir el llamado de Dios en medio del mundo, al que luego en otro segmento define como fragmentado. Fragmentación mundial que nos invita a releer desde un fuerte llamando a un experimentación de Dios en ese kairos universal. Páginas más adelante, hace un dramática exhortación a buscar y hallar la voz de Dios en medio de la pandemia que azotó de una manera diferente y para muchos desconocida en la Amazonia. Del mismo modo, en búsqueda de una iglesia inculturada con rostro amazónico, llama a una hermandad eclesial y ecológica integral. Conjugando los documentos del Papa Francisco y sus sueños amazónicos invita a navegar los ríos confluyentes del pueblo de Dios, sin dejar de oír los gritos de los pueblos y de la tierra. Finalmente deja constancia de una bitácora de notas tomadas según él “en el camino”, como un elemento pedagógico que produzcan una genuina escucha sinodal y un llamado a abrir nuevos caminos. Este trabajo literario es presentado a modo de prólogo por Liliana Franco Echeverri, odn. La reconocida teóloga conocedora de estas realidades planteadas por Mauricio López nos invita delicada pero profundamente a “ingresar en puntillas a la tierra sagrada de la vida, las experiencias, las intuiciones y certezas de Mauricio. Él, formado en la escuela del discernimiento, evidencia entre renglones y con una narrativa profunda y transparente, el modo cómo Dios trabaja en su propia historia y en la de aquellos, con quienes desde la experiencia de ser y sentirse hermano, va haciendo el camino. Nos aproxima al territorio de sus desvelos, a la Amazonía, plena de belleza, de diversidad y herida en los rincones vitales, donde con verdor, resiste a las manos que atropellan y arrebatan raíces, dignidad, porvenir y posibilidades”.
La lectura de este libro, ayudado por sus ejes temáticos bien determinados, ayudados por la selección cuidadosa de escritos en el camino, se constituye en una herramienta fundamental de consulta y debate. Quien escribe, y que ha tenido acceso a la totalidad de las páginas de esta obra, a la vez de conocer el pensamiento del autor en múltiples artículos, da gracias a Dios por su trabajo y ministerio, y recomienda humildemente la lectura y difusión de esta obra.
Marcelo Figueroa