La ausencia y la presencia

Es como morir
como tener como una soga alrededor del cuello,
te falta el respiro.
El corazón late a mil por hora
el pánico te consume por dentro.
Solo quedan las rejas,
y los horarios ajenos que componen la jornada;
es un pedazo de vida que te arrebatan.
Cada respiro vale por mil
y solo tienes ganas de gritar,
pero ni eso puedo hacer,
no se puede hacer nada,
tan solo respirar.

(Mujer presa en Italia)

En portada, la sombra de una detenida que se entrevé justo tras las rejas. Evoca así la ausencia y la presencia de las mujeres presas, ante todo para sus seres queridos y sus familias, pero también para la sociedad. La foto es de Ye Jinghan, un estudiante de Shanghái al que le encanta la fotografía. El poema fue presentado hace años al certamen literario y de escritura de la prisión de Dozza en Bolonia titulado “Palabras de libertad”. Hay numerosas experiencias con talleres, seminarios y concursos de poesía en los centros penitenciarios. Los versos cuentan el abismo de la prisión, la solidaridad entre los privados de libertad y el deseo de redención. Y no en pocas ocasiones son el antídoto contra la nostalgia y la desesperación.