La resiliencia
Valerie Perrin, Cambiare l’acqua ai fiori, E/O, 2019
La historia de la resiliencia de una joven que narra Valerie Perrin se ha convertido en un libro famoso y premiado. Violette, huérfana, se encuentra con un amor inesperado tras un matrimonio fallido y la pérdida de una hija que está enterrada en el mismo cementerio donde trabaja. Tiene una hermosa visión laica de la muerte y la cuenta a través de los pormenores de cada entierro que presencia. Relata las últimas palabras o los últimos gestos de los familiares sobre las tumbas de sus seres queridos antes de ser enterrados.
Parece que Dios no existe, pero el libro está lleno de amor no dado, amor recibido, amor errado, amor que atenaza el pecho y amor que provoca la muerte. Entre los protagonistas del pasado y del presente, -figuras sencillas, firmes y finalmente luminosas-, emerge la del capellán, el padre Cedric, quien en su capacidad de gozar de las pequeñas alegrías de la vida afirma con fuerza su pertenencia a Cristo y su confianza en sus promesas. Poco antes de que concluya el libro, el relato de uno de los entierros incluye la cita de la primera carta de Juan (3,14-18): “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte”. Y así, en pocas palabras, el libro adquiere una dimensión totalmente nueva cuando el lector está a punto de cerrarlo.