22 abril 2022
«Por favor, no nos acostumbremos a la guerra». Con su cortesía habitual, el Papa nos recuerda lo esencial, esos requisitos mínimos que constituyen lo que llamamos “ser humano”. Parece que el hombre no puede resistir la tentación de la guerra: esta humanidad “terca”, como decía el Papa al volver de Malta, parece estar enamorada de la guerra y siempre acaba recayendo en sus “esquemas”. En cambio, el hombre, como decía el escritor francés Albert Camus, es “el que se contiene”, el que rompe esquemas, el que también vence la tentación del hábito o, peor aún, de la dependencia. En el mensaje Urbi et Orbi pronunciado el Domingo de Resurrección, Francisco advierte del riesgo insidioso que representa el hecho de que el hombre se acostumbre a todo, incluso a la ...
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