· Ciudad del Vaticano ·

El Papa Francisco en dos entrevistas

Jóvenes y mayores

- S.S. Francesco - Aula Paolo VI: Associazione Nazionale Lavoratori Anziani  15-10-2016 


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21 enero 2022

La conversación entre el Papa Francisco y el jesuita Antonio Spadaro, director de La Civiltà Cattolica, gira en torno a los sueños y al vínculo entre jóvenes y mayores.

Un extracto de la conversación se publicó en Il Fatto quotidiano el viernes 24 de diciembre.

El texto completo se incluye en la docuserie de Netflix disponible a partir del 25 de diciembre, titulada Historias de una generación con el Papa Francisco, que relata la vida de los mayores de 70 años.

El amor, los sueños, la lucha, el trabajo: estos son los cuatro grandes temas de otros tantos episodios que recogen las historias, experiencias y testimonios de mujeres y hombres de más de 70 años, observados desde un punto de vista original e inédito, el de los jóvenes que le han dedicado un año de rodaje.

Calificándose a sí mismo de soñador, el Pontífice recuerda que solía escribir poemas, pero que luego los rompía porque no le gustaban. Sin embargo, confiesa, “así fue como di voz a mis sueños”, porque quien no sueña es una persona aséptica y su vida carece de poesía.

De hecho, añade, “todos necesitamos soñar. Consciente o inconscientemente”. El Papa también abordó el tema del amor, comparándolo con “un sentimiento, la electricidad que recorre un organismo similar a la sensación de dos polos que se atraen”.

De ahí una lectura poética del baile tradicional del tango, descrito como “dirigir y ser dirigido, tener la responsabilidad de cuidar al otro”.

Francisco también considera el concepto de “paternidad”, que no consiste tanto en engendrar hijos como en transmitirles la propia existencia. “En la vida”, explica, “lo que te hace ser padre es tu compromiso con la existencia, los límites, la grandeza, el desarrollo de esa persona a la que has dado vida y a la que has visto crecer”.

La conversación adopta la forma de un relato coral sobre la tercera edad como un tesoro que hay que redescubrir, contado desde el punto de vista de las nuevas generaciones. Los ancianos también deben soñar, dice el Papa Francisco, y así conducir a los jóvenes “hacia horizontes” inimaginables. Y son los jóvenes los que tienen un papel fundamental en ello: no es casualidad que el Papa destaque la importancia de la cercanía entre generaciones.

El Papa Francisco también habló de las nuevas generaciones y de los recuerdos de la infancia en sus respuestas a las preguntas de los periodistas Paolo Rodari y Domenico Agasso, respectivamente para La Repubblica y La Stampa, durante un encuentro en la Casa Santa Marta en vísperas de las fiestas.

En la entrevista, el Papa comenta el significado y el valor de la Navidad actual y la de su infancia en Buenos Aires. Pero también habla de sus lecturas y deportes favoritos, de los niños pobres, enfermos y maltratados.

Francisco cuenta que en su familia la Navidad siempre se celebraba en casa de sus abuelos la mañana del 25 de diciembre.

Hoy, para Bergoglio esta ocasión “es siempre una sorpresa. Es el Señor el que viene a visitarnos”: una sorpresa para la que se prepara preparando el “encuentro con Dios”.

En Navidad, el pensamiento del Pontífice se dirige en particular a los pobres, que son como Jesús, y luego “a todos los olvidados, los abandonados, los últimos, y en particular a los niños maltratados y esclavizados”.

A este respecto, Francisco confiesa: “Me hace llorar y me enfada escuchar las historias de adultos y niños vulnerables que son explotados”.