· Ciudad del Vaticano ·

MUJERES IGLESIA MUNDO

Las Instituciones

Palabra clave: proteger

 Parola d’ordine safeguarding  DCM-012
30 diciembre 2021

El trabajo de la Comisión Pontificia


Cuando el Papa Francisco creó la Comisión Pontificia para la protección de menores en 2014, emitió un Quirógrafo con el que nos indicó una triple misión: asesorar al Santo Padre, brindar nuestro servicio a los obispos y a las iglesias locales e integrar la voz de las víctimas en el ministerio de protección de menores (safeguarding).

El primer aspecto es el actuar como consejeros identificando las prioridades para el Papa y los dicasterios de la Santa Sede. Esto se lleva a cabo a través de una serie de proyectos, reuniones y seminarios que nuestros miembros expertos desarrollan de acuerdo con las oficinas de la Curia Romana. Sin embargo, la Comisión Pontificia no es responsable de la implementación de estas medidas ni de la supervisión de las distintas etapas de aplicación.

Hasta la fecha, varias de las propuestas que la Comisión ha presentado al Santo Padre han promovido revisiones en la legislación. En diciembre de 2019, el Papa Francisco promulgó cambios en las normas canónicas sobre casos de abuso elevando la edad en los casos delitos de pornografía infantil a 18 años y excluyendo los casos de abuso del secreto pontificio. En marzo del mismo año, instituyó la obligatoriedad de informar a las autoridades civiles en el estado de la Ciudad del Vaticano y propuso esa misma obligatoriedad para toda la Iglesia en Vos estis lux mundi. Ya en 2018, el Papa había pedido a todas las iglesias locales que adoptaran políticas de “tolerancia cero” hacia el abuso infantil a través de la Carta a los obispos en la fiesta de los Santos Inocentes.

El segundo ámbito de nuestra misión es apoyar a las iglesias locales para que la protección se convierta en una parte integral del trabajo evangélico en cualquier contexto. Estamos en contacto con los responsables locales, nos reunimos con los obispos en sus visitas ad limina y tenemos relaciones continuas con las iglesias de cada región. Desde sus comienzos, los miembros de la Comisión han participado en más de 450 eventos sobre el tema de la protección en todo el mundo, verificando los diferentes grados de concienciación, conocimiento y capacidad para responder a las necesidades en materia de protección de los niños en las iglesias locales.

De este trabajo surgió la propuesta a la Comisión y al Santo Padre de un encuentro internacional de los presidentes de las conferencias episcopales que culminó en la cumbre de febrero de 2019 sobre la protección a los menores. Muchos observadores han señalado este como un punto de inflexión para la Iglesia en su respuesta a la crisis provocada por los abusos sexuales. Sería más correcto verlo como un punto de partida. Es algo, como señaló el Papa, que requiere una conversión pastoral. El camino de la conversión debe estar constantemente atravesado por el tercer aspecto de nuestro mandato: escuchar y responder a las víctimas y supervivientes de abusos. Es nuestro principio de prioridad.

Brasil es un ejemplo de ello. Desde su nombramiento para el comité en 2018, Nelson Giovanelli Rosando dos Santos ha trabajado utilizando el modelo del Survivor Advisory Panel (Sap) que contempla incluir la voz de las víctimas y supervivientes en las decisiones en materia de protección y asistencia a las víctimas puestas en marcha por los líderes de la Iglesia. En ese país se impartieron cursos de formación para los responsables diocesanos, de congregaciones y laicos sobre los riesgos y el impacto del abuso desde el punto de vista de víctimas y de los supervivientes. La Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB) ha creado una comisión especial para la protección de la niñez y la adolescencia encabezada por el obispo José Negri. Junto con la Conferencia de Superiores Religiosos, los obispos instituyeron el Centro Nucleo Lux Mundi para ayudar a la creación de organismos diocesano s, la implementación de políticas de prevención, la gestión de las denuncias por abusos y la asistencia a las víctimas. Está dirigido por la doctora Eliane de Carli.

En India, la hermana Arina Gonsavles Rjm ha trabajado para abrir las primeras oficinas para la protección, recepción y escucha de víctimas y supervivientes en Asia y el 8 de septiembre de 2021 en Mumbai inauguró el Catholic Bishps Conference National Safeguarding Center. En Filipinas, la profesora Gabby Dy-Liacco fundó el primer Catholic Safeguaridng Institute en 2020, una institución que tiene como objetivo desarrollar una red de defensores de los niños para la Iglesia en Asia. En Zambia, la hermana Kayula Lesa ha organizado un Sap local. Uno de los grupos de trabajo de la comisión publicará una guía práctica para que los obispos y superiores religiosos respondan pastoralmente a la crisis de abusos. La Pontificia Comisión también ha brindado su apoyo a la creación de comisiones, oficinas y Saps en América (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México), en África (Kenia, Zambia, Zimbabwe y AMECEA), en Europa (Polonia, República Checa, Eslovaquia y Croacia). Sin duda, queda mucho por hacer. Ahora se está prestando más atención al abuso de personas vulnerables, pero necesitamos definiciones más claras del término vulnerable según la ley. La rendición de cuentas de los responsables de la Iglesia se ha convertido en un tema importante, pero para seguir avanzando necesitamos un medio para medir la aplicación de las medidas y para monitorizar aquellas partes del mundo que aún no han implementado un programa de protección integral porque necesitan recursos.

de Emer McCarthy
Responsable de Proyectos de la Comisión Pontificia para la protección de menores