“Discanto”, editado por Paulinas, está escrito por Maria Cristina Bartolomei , Emanuela Buccioni, Gabriella Caramore, Antonella Casiraghi, Asmae Dachan, Carla Danani, Rosanna Fersini, Marisa Forcina, Shulamit Furstenberg Levi, Silvia Giacomoni, Lidia Maggi, Luciana Miriam Mele, Lilia Sebastiani, Grazia Villa y Rosanna Virgili. Esta es la presentación firmada por Bartolomei y Virgili, que son las editoras del libro.
El volumen ofrece quince voces de mujeres que, desde diferentes mundos, interactúan con la encíclica Fratelli Tutti, aportando comentarios, ecos y temas con diferentes géneros literarios. Son mujeres de diferentes orientaciones: creyentes de diferentes confesiones cristianas y diferentes religiones, no creyentes o, mejor, creyentes en lo humano. Todas “pensantes”, según la distinción del cardenal Carlo Maria Martini, mucho más significativa que aquella entre creyente y no creyente. Son laicas y religiosas: teólogas, biblistas, escritoras, filósofas, científicas y humanistas. Muchas de ellas ya se conocían, pero no pocas “se encuentran” por primera vez en este libro. Esta coral es el resultado de la adhesión a una propuesta inicialmente lanzada a un nutrido grupo de teólogas católicas que después se transformó en una perspectiva de signo ecuménico, interreligioso e intercultural, en armonía con la inspiración universalista de la encíclica. Una característica de la propuesta fue su apertura. La iniciativa, partiendo del reconocimiento de la importancia de la encíclica, tenía la intención de entablar un diálogo con ella de parte de las mujeres, quienes la potenciarían, repensarían y retomarían su contenido central a partir de sus propias competencias y la experiencia de ser mujer en el mundo. Al compartir esta orientación básica, todas los que se unieron fueron libres de escribir sobre los temas y en la manera que más les agradara.
Desde el principio estuvo claro que no se construiría un proyecto dentro del que encajar cada aportación. Una elección que no es cómoda y es arriesgada en algunos aspectos, ya que podría haber dado lugar a una colección, no solo rica en diferencias y variedad, sino fragmentaria y desigual desprovista de una referencia que diera unidad a pesar de la falta de uniformidad de estilos, intereses y puntos de vista. Pero lo positivo era que, de esta forma, se daría una voz libre a las mujeres, permitiéndolas interactuar de forma independiente con las propuestas de la encíclica. Por eso, el libro solo tiene dos editoras que son, en realidad, dos de las colaboradoras que se han puesto a disposición para mantener contacto con las autoras e identificar los temas en los que agrupar las aportaciones, sin intervenir en ellas. La voluntad de las Paulinas, una editorial liderada por mujeres, de implicarse en la iniciativa y apoyarla hace de este un libro completamente femenino. Un femenino en diálogo con todos los hermanos y hermanas.