
03 septiembre 2021
Más de 40.000 personas han muerto o desaparecido desde 2014 en las rutas migratorias de todo el mundo. Una cifra que nos lleva a reflexionar no sólo sobre la gravedad y la magnitud de esta tragedia que está marcando una época, sino también sobre los pecados de una política demasiado inerte e incapaz de encontrar estrategias comunes y globales.
Así lo informó el proyecto Missing Migrants, gestionado por la Organización Internacional para las Migraciones (oim ). Ayer, en un comunicado difundido en las redes sociales con motivo del Día Internacional de las Personas Desaparecidas, este programa de la onu alertó de que “miles de personas se han quedado sin respuestas y sin medios para conocer el destino de sus seres queridos, muchos de los cuales han perdido ...
Este contenido está reservado para suscriptores

Estimado lector:
el acceso a todas las ediciones de L’Osservatore Romano está reservado para los suscriptores.
el acceso a todas las ediciones de L’Osservatore Romano está reservado para los suscriptores.