
20 agosto 2021
La desigualdad mata. Es una frase sencilla de tres palabras, pero terriblemente contundente, que encierra una realidad histórica que se ha recrudecido con la pandemia actual. La falta de acceso a las vacunas en muchos países pobres, que no tienen ni siquiera al personal sanitario o a los grupos de riesgo inmunizados, mientras que los más ricos tienen a más de la mitad de su población vacunada o incluso excedentes de dosis, se está traduciendo en una dramática pérdida de vidas, entre los más necesitados principalmente. Además, sin un acceso equitativo a las vacunas, los más pobres retrasarán fuertemente su recuperación socioeconómica. También es una cuestión moral y de salud pública. Si no se cierra la brecha en el acceso ...
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