El Papa Francisco ha «acogido con agrado» la iniciativa tomada por la Pontificia Academia Mariana internacional, que ha organizado un congreso el próximo 18 de septiembre para «dar inicio oficialmente al nuevo sector, oportunamente instituido en su interior». Se trata del Departamento de análisis y de estudio de los fenoles criminales y mafiosos, ideado y realizado «para liberar la figura de la Virgen de la influencia de las organizaciones criminales».
«Quisiera expresar mi aprecio por la importante iniciativa y extiendo mi cordial saludo a los promotores, ponentes y a todos los participantes en la significativa jornada de estudio, dirigida a involucrar a diversos sectores de la sociedad civil, para que, en colaboración con las autoridades eclesiásticas y las instituciones públicas, sea posible identificar propuestas efectivas para una necesaria operación cultural de sensibilización de las conciencias y adopción de medidas adecuadas» escribe el Pontífice en una carta dirigida para la ocasión al presidente de la institución mariana, el padre Stefano Cecchin, de la orden de los hermanos menores. Una carta que demuestra la atención del Papa por el nuevo proceso que está interesando a la Pontificia Academia desde hace tiempo: nuevas visiones, nuevos programas, nuevas perspectivas y metodologías de una mariología cada vez menos “académica” y más cercana a la sociedad, en el pleno surco de las enseñanzas del Concilio Vaticano II y en plena armonía con el magisterio de Fransico, que ya tuvo modo el 4 de diciembre de 2019 de dirigir sus saludos a la comunidad del instituto.
Esta vez, la carta al presidente se refiere - de forma particular - a la nueva estructura que está naciendo dentro de la Pontificia Academia: el Departamento que se ocupará de liberar la figura de María del poder criminal. En el ambicioso proyecto - el congreso de inauguración del próximo 18 de septiembre tendrá lugar en el aula Unidad de Italia de la Corte de apelación de Roma - participarán importantes figuras de la sociedad civil, todos reunidos por un “sueño” que no quiere ser sólo tal, sino una realidad concreta: el bien común, tan necesario en el tiempo difícil que estamos viviendo.
Considerando que la figura de María, así como los lugares, los rituales y los símbolos asociados a Ella, son objeto de “reconfiguración sistemática” por parte de las mafias y de la criminalidad organizada no solo en Italia, sino también en otros países a escala global, la Academia se ha hecho promotora de este importante nuevo Departamento que tendrá la tarea de estudiar y controlar tal problemática. El Papa Francisco subraya este punto delicado en su carta, que lleva fecha de la solemnidad mariana de la Asunción: «La devoción mariana es un patrimonio religioso-cultural para salvaguardar en su pureza original, liberándolo de superestructuras, poderes o condicionamientos que no responden a los criterios evangélicos de justicia, libertad, honestidad y solidaridad».
¿Qué ha empujado a la Academia a instituir este nuevo Departamento? La preocupante “operación cultural” que se perpetúa desde hace varias décadas por parte de la criminalidad, ha tratado de crear en el inconsciente colectivo de varias comunidades italianas y extranjeras una visión distorsionada e históricamente irreal de la madre de Cristo. De este dato ha nacido una especia de “ocupación” de los lugares y de los rituales marianos por parte de las mafias, para vaciar el auténtico significado evangélico de la figura de María. Para contraponerse a este escenario, la Pontificia Academia ha considerado necesaria una igualmente fuerte y cohesiva “operación cultural” de restitución a la verdad de la figura de María. Y lo hará no solo en la óptica cristiana sino también mirando a la tradición islámica, siendo María misma el “modelo” del actuar creyente en ambas religiones.
El Departamento - se lee en una nota de la Academia - quiere restituir a María «su contexto natural, no solo multi-religioso y multi-cultural, sino también trans-religioso y trans-cultural no solo de hecho sino también de derecho», encontrando precisamente en su figura la posibilidad «de promover dimensiones no secundarias y cualquier cosa menos extrañas al bien común de la civitas, sino que pueden incluso convertirse en un poderoso elemento capaz de valorar todo lo que en nombre de la común humanidad contribuye a la construcción de la paz, del bienestar para todos, del cuidado para el planeta y para su sostenibilidad».
El Departamento se interesará de nueve áreas temáticas: criminalidad organizada autóctona (’ndragheta, cosa nostra, camorra, mafias puglieses, stidda, mafia garganica); criminalidad extranjera (en este caso la albanesa, nigeriana, turca, colombiana, chechena, mexicana); ecomafia y crímenes ambientales, arqueomafia, zoomafia; secuestro confiscación y gestión de los bienes de la criminalidad mafiosa; historia del terrorismo nacional; terrorismo internacional; violencia intrafamiliar; violencia intrafamiliar; violencia de género y, por último, prevención y análisis del uso de las drogras entre los menores. Un programa amplio, por tanto, el del nuevo Departamento que ve a la Pontificia Academia comprometerse — en primera persona — en un proyecto valiente, ambicioso y profundamente innovador.
de Antonio Tarallo