· Ciudad del Vaticano ·

Presentada la exhortación apostólica que recoge los frutos de la asamblea especial del Sínodo de los obispos celebrada del 6 al 27 de octubre del pasado año

Querida Amazonia

Querida Amazonia
12 febrero 2020

Fue presentada en la mañana del miércoles 12 de febrero, exhortación apostólica del Papa Francisco Querida Amazonia, que recoge los frutos de la asamblea especial del Sínodo de los Obispos celebrada en el Vaticano del 6 al 27 de octubre del año pasado sobre el tema “Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.

Ilustrado durante un encuentro con periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede - en presencia, entre otros, de los cardenales Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos, y Czerny, que fue secretario especial de la asamblea sinodal - el texto está dividido en 111 párrafos estructurados en cuatro capítulos, correspondientes a los “cuatro grandes sueños” que inspiraron al Pontífice tras el intenso «camino de diálogo y discernimiento» experimentado con el Sínodo.

Con el primer sueño, marcadamente «social», Francisco imagina una «Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida». Con el segundo sueño, espera «una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana». El tercero se centra directamente en el aspecto “ecológico”, invitando a realzar y proteger una región que «custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas». Por último, el cuarto se centra en los aspectos más exquisitamente eclesiales, instando a la promoción de «comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos».

Aunque se refiere a una realidad multinacional pero circunscrita, el documento papal no tiene un horizonte limitado, sino que se dirige «al pueblo de Dios y a todos los hombres de buena voluntad», dirigiendo idealmente su mirada a las urgencias y esperanzas de la comunidad cristiana y de toda la humanidad. Con un lenguaje impregnado de lirismo y a la vez enraizado en una visión lúcida y concreta de la realidad, la exhortación llama a la Iglesia en particular a «encarnarse de modo original en cada lugar del mundo» y la anima a proponer vías de evangelización y de caridad fraterna cada vez «valientes y valerosas».

Exhortación Apostólica "Querida Amazonia"