«El racismo y el antisemitismo son enfermedades malignas que destruyen países y pueblos, ninguna democracia y sociedad es inmune a ellas». Lo dijo el presidente israelí Reuven Rivlin, al inaugurar el Quinto Foro Mundial sobre el Holocausto en Jerusalén, evento que contó con la presencia de más de 41 jefes de estado en el 75º aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz. «La Tierra está sollozando por las atrocidades que esta gente ha sufrido», dijo Rivlin de nuevo, citando las palabras de uno de los soldados del Ejército Rojo que liberó el campo.
«En nombre del pueblo judío, gracias por su solidaridad, gracias por su compromiso con la memoria del Holocausto, por los ciudadanos del mundo que creen en la libertad y la dignidad humana», continuó, dirigiéndose a los líderes internacionales reunidos en el mausoleo de Yad Vashem.
Entre los principales invitados de las 49 delegaciones internacionales se encontraban el presidente francés Emmanuel Macron, el presidente alemán Frank Walter Steinmeier, el presidente ruso Vladimir Putin, el rey Felipe VI de España, el príncipe Carlos de Inglaterra y el vicepresidente de los Estados Unidos Mike Pence. Por parte de Italia está el Presidente de la República Sergio Mattarella, quien en el encuentro con Rivlin dijo que la ceremonia de hoy, con la presencia de tantos jefes de Estado y de gobierno, «será un llamado al mundo entero para que nunca baje la guardia y la vigilancia contra el antisemitismo y la violencia». «Italia está comprometida contra el odio, el mal, la estupidez subterránea que a veces sale a la superficie», añadió, subrayando que las leyes raciales han sido «una página negra especialmente grave y por eso somos conscientes de la necesidad de afirmar la necesidad de luchar continuamente contra el antisemitismo y de transmitir esta conciencia a los jóvenes».
Mattarella recordó luego que nombró a Liliana Segre -una superviviente de Auschwitz- como senadora vitalicia en enero de 2018, «en el noventa aniversario de las leyes raciales con las que el fascismo persiguió a los judíos». «El testimonio que Segre ha dado en las últimas décadas sobre la Shoah ha sido una herencia preciosa para Italia», dijo el presidente, recordando que en cada foro internacional Italia se expresa contra el antisemitismo y que en las escuelas de todos los órdenes y grados se estudia la Shoah.
Los vértices de la Unión Europea también están presentes en Jerusalén. «La Shoah fue una tragedia europea, un punto de inflexión en nuestra historia y su legado está impreso en el ADN de la Unión Europea», dijeron los Presidentes Charles Michel, David Sassoli y Ursula von der Leyen, y añadieron: «Recordar la Shoah no es un fin en sí mismo. Es la piedra angular de los valores europeos. Una Europa que ponga a la humanidad en su centro, protegida por el derecho, la democracia y los derechos fundamentales».
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, conmovió a los líderes del Museo Yad Vashem cuando, pocas horas antes del comienzo del Foro Internacional sobre el Holocausto, anunció en Facebook que él y los cuatro representantes de la delegación de Kiev estaban cediendo sus asientos en favor de los supervivientes. «Esa gente», dijo el presidente, «merece ese honor más que nadie». Zelensky señaló que seguiría participando en el resto de actividades de la conferencia.