Decisión valiente
La decisión del Papa Francisco de visitar Lund «para conmemorar junto con nosotros el aniversario de la Reforma» ha sido una opción «valiente». Está convencido de ello el secretario general de la Federación luterana mundial Martin Junge, que en esta entrevista habla de las expectativas ecuménicas del viaje papal a Suecia, programado del 31 de octubre al 1 de noviembre.
¿Qué hay para celebrar hoy quinientos años después de la Reforma luterana?
La Reforma ha dado frutos a la Iglesia en su conjunto: el énfasis en Cristo como salvador, la traducción de la Biblia en las lenguas habladas, la fe como don. Además, quisiera recordar el quincuagésimo aniversario del diálogo entre católicos y luteranos a nivel global, que celebraremos en 2017. El diálogo, iniciado después del Concilio Vaticano II, ha ofrecido un significativo impulso a la búsqueda de la unidad entre las comunidades del mundo cristiano. No podemos, en cambio, celebrar las divisiones: como pueblo que lee la Biblia, sabemos cuánto rezó Jesús por la unidad entre sus discípulos. Pero la Reforma, incluso sin quererlo, ha causado divisiones. Debemos reconocer también la violencia y las guerras de religión que sucedieron a la Reforma, cuando las disputas teológicas se sumaban a los contrastes políticos y económicos de esa época. No hay modo de quitar importancia a tal violencia o de justificarla. Podemos sólo arrepentirnos por todo ello.
¿Cuales fueron los progresos más importantes del diálogo entre luteranos y católicos durante los pontificados de Benedicto XVI y Francisco?
Tuvo lugar un gran diálogo, en medio también de intensos debates, pero que nunca degeneraron en enfrentamientos. Es un intercambio constructivo en la búsqueda de la verdad mientras se trata de llegar a una comprensión mutua. Es por ello que hoy la conmemoración conjunta es posible.
¿Qué significa para los luteranos recibir una visita papal?
Varios Pontífices han visitado comunidades luteranas en los últimos decenios. Esta vez el Papa no hará simplemente una visita, sino que compartirá la conmemoración común con el presidente de la Federación luterana mundial, el obispo Munib Younan, y también conmigo como secretario general de la misma. Y esto tiene un gran significado. El hecho de que el Papa comparta la conmemoración conjunta transmitirá un fuerte mensaje sobre el importante progreso ecuménico que tuvo lugar en estos últimos decenios y sobre el firme compromiso de seguir adelante juntos. Mientras recordamos el pasado, queremos mirar hacia adelante, en un futuro común, en esto que Dios sigue pidiendo a la Iglesia.
Antonio Carriero
Plaza De San Pedro
18 de Febrero de 2019

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